Retrovisor
Buenas piernas, las cheque desde que se subió. Que nalgas. Gracias chuchito por este retrovisor, así la puedo ver mejor, por eso siempre te llevo en mi pesero, nunca me fallas. Hay te dedico esta rolita chula, hay no más. Chale, tus ojos se parecen a los de la Magda, me ves con la misma mirada de odio, ni te he hecho nada, seguro eres igual de gritona y la armas de apedo por cualquier cosa. Pero no tienes su sonrisa, ya quisieras.
Recuerdo cuando éramos chavitos, como el sobrino del Aquaman. Bien morros, pero como yo ya chambeaba le podía invitar su paleta de hielo, de guayaba siempre de guayaba, siempre le decía que si no quería un raspado de anis, pero ni entendía la mensa, solo me miraba con esos ojos de odio y no sabía ni que responder. No se enoje, le decía mientras la envolvía con un sólo brazo y nos íbamos caminando al parque, donde le daba unos besos. Me traía bien loco.
Pero la cagamos. Ninguno terminó la secundaria, yo conseguí media ruta, más tarde mi propio pesero y nos fuimos a vivir juntos. Íbamos a todo motor, nos casamos y hasta quisimos tener un chamaco. Pero, la Magda no puede, nunca va a poder. No le reclamé, sé que no es su culpa, pero no por eso tenía que andar con cara de bulldog y gritar como vieja loca todo el tiempo, ni andar de puta con el Pollo. Los dos la cagamos, pero ella terminó de cajetearla.
